Cómo un “empleo ecológico” vincula a diferentes generaciones a través de su amor por el medio ambiente y por los relatos

En un recorrido en canoa, los canales se miran como túneles verdes que serpentean entre los bosques de manglar, la luz del sol se cuela entre las hojas desde lo alto y proyecta en el paisaje una hermosa iluminación natural. Es un escenario surrealista. Es penetrar en los verdaderos paisajes de Cien años de soledad. Estamos llegando a Macondo Natural. 

El Vía Parque Isla de Salamanca ha sido declarado por la UNESCO como Reserva de Biosfera. En sus 56,200 hectáreas de humedales contiene tres ecosistemas: un bosque de manglares, una selva tropical ribereña, y un bosque tropical latifoliado seco. Los canales se pueden recorrer en canoa, donde se encuentran caimanes aguja y cangrejos violinistas, hasta llegar a la Ciénaga de Marchena. Esta es la laguna costera más grande de Colombia, pues su área de superficie mide 450 km2, y es también un paraíso ornitológico en el que habitan más de 200 especies de aves. 

Estos relatos pueden ser pequeños, pero tomados en conjunto demuestran la impronta, el apego y la gran pasión que siente la gente por su terruño, y se percibe también que estos relatos forman parte de su historia: 

Cuenta Yureini: “Mis padres y mis abuelos tuvieron que irse del parque en los años 1960, cuando eran jóvenes. Yo vine de regreso después de muchos años. Desde que era niña sentía una conexión muy profunda y un gran amor por la naturaleza de esta zona. Y quiero asumir mi responsabilidad por mi medioambiente y mostrarles a los turistas que nos hacemos responsables de nuestros recursos naturales y que cuidamos nuestro parque”. 

Yureini y sus colegas recibieron capacitación para ser guías de turistas. Y no se limitan a acompañar a los grupos de visitantes en su recorrido por la reserva. Su parque natural no es solamente una atracción turística, sino que además constituye una biosfera donde habitan muchas especies distintas. Su labor como guías incluye la conservación del medioambiente y también el turismo, que ahora tiene como eje la relación del parque con la novela de García Márquez.

Mientras navegamos por el río, Yureini nos explica: “Gabriel García Márquez solía navegar por este parque en una canoa pequeñita; venía aquí a buscar inspiración, y según cuenta en su autobiografía, esta vía era la única manera de llegar a Aracataca desde Barranquilla. Por eso decimos que esos paisajes que García Márquez describe en su relato son de la Isla de Salamanca. Y esas líneas que él escribió sobre este sitio son ahora parte de nuestra historia”

Yureini: “Mi padre era pescador aquí. Cuando yo era niña, a veces recorría dos kilómetros y medio para llegar a la escuela. Pero no me daba cuenta de lo importante que iba a ser este parque en mi vida. Luego decidí que aquí quería yo estar, quería saber más, conocer más cuál era su importancia. Ya llevo un año de estar con Ecovive Tour, y estoy muy feliz, porque el proyecto es muy importante para mi desarrollo profesional. Yo sé que la conexión entre el ecoturismo, el conocimiento y el compartir información será también muy provechosa para las generaciones venideras.  

Mi padre también está muy contento con mi desarrollo. Él siempre me dice: ‘No mires atrás, mira hacia adelante y ten el valor de descubrir algo nuevo’”. 

Valery: “Yureini y yo somos muy buenas amigas. Ella me ha mostrado el parque y me ha contado de su pasión por los manglares y los pantanales. En realidad yo quería ser sastre, y veía mi futuro en las grandes pasarelas. Pero eso cambió definitivamente, estudié gestión ambiental y decidí que lo que realmente quiero es aprender más sobre el parque, porque está frente a mi casa. Es fantástico poder hablar del parque durante un tour, y hacer que tomen consciencia del valor del medioambiente. 

“No, no voy a ser millonaria, pero para mí es muy importante compartir conocimientos y estar aquí haciendo lo correcto. Quiero aprender y quiero enseñar. Ahora en Colombia el turismo sostenible es lo que vale la pena, y tiene mucho sentido. Quién sabe, tal vez dentro de pocos años empiezo mi propia empresa de turismo”. 

Yessica: “Yo he estado vinculada al parque desde mi niñez, y he participado en grupos ambientalistas desde muy chica. Ecovive Tours además les ha dado a mis padres un nuevo futuro. Ellos antes criaban ganado y eran agricultores, ahora trabajan en el sector turismo.»

“Cuando viajamos entre los pantanos se siente que en todo alrededor sólo hay manglares, y esa atmósfera es tan agradable; por así decir, esa realidad es oxígeno puro, muy agradable y transparente. En cada viaje aprendo, es un proceso que da frutos y que hace que nuestro negocio prospere. Hemos dejado de hacer las cosas que perjudicaban al medioambiente, y ahora estamos reconstruyendo nuestras vidas de otra manera, le enseñamos a la gente lo que es importante y lo precioso que es todo esto”. 

Elizabeth: “Yo estudié turismo en el Sena (Servicio Nacional de Aprendizaje) y también estoy dedicada a aprender inglés. Es maravilloso que pueda hacer aquí mi entrenamiento. Aquí aprendemos cómo comportarnos, cómo expresarnos, cómo atraer a los turistas y sensibilizarlos sobre las singularidades del parque, al mismo tiempo que les enseñamos a proteger el mundo animal y vegetal. Espero que muchos otros de mis colegas encuentren su pasión en este trabajo. Ecovive Tours tiene mucho futuro, sobre todo porque estamos comprometidos con el programa de protección del medioambiente.

“Además de todo el amor que sentimos por la naturaleza, también asumimos una responsabilidad; y eso tiene para nosotros un efecto beneficioso, porque nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida. Yo soy madre, y puedo ofrecerle a mi hija una vida mejor, ella resultará beneficiada, y ella también podrá crecer en este ambiente, y a la larga tal vez sigue mis pasos”.  

La intervención en este territorio se lleva a cabo mediante el programa Colombia + Competitiva, financiado por la Secretaría de Estado de Asuntos Económicos de Suiza (SECO), e implementada por Swisscontact. 

El proyecto cuenta con el apoyo estratégico de La Fundación Creata en la administración e implementación del mismo, la Gobernación del Magdalena como proponente, Parques Nacionales Naturales, ACOTUR y CESO -SACO como aliados.

La Vía Parque Isla de Salamanca forma parte del proyecto Turismo de Naturaleza, Macondo Natural, que se propone dar vida a la novela Cien años de soledad organizando visitas a los lugares donde se desarrolla la historia y los paisajes que inspiraron a García Márquez. 

El proyecto Macondo Natural empezó a trabajar con la Vía Parque a raíz de una alianza con los Parques Naturales Nacionales que, en el marco de los acuerdos de conservación de la naturaleza, ha priorizado a varios grupos de pescadores y agricultores que junto con sus familias trabajaron en el parque durante muchos años y luego tuvieron que irse. Uno de esos grupos que es beneficiario de este proyecto es “Observación de aves – Ecovive Tour”. 

La isla de Salamanca es un extraordinario conjunto de playas, pantanos y bosques que ocupa el antiguo estuario del río Magdalena. Por la ruta que atraviesa longitudinalmente la carretera que va hacia las ciudades de Barranquilla y Santa Marta pueden apreciarse con toda nitidez los paisajes lacustres y los manglares. A eso se debe que se le haya asignado la categoría de “Vía Parque”, que es única en el Sistema de Parques Naturales de Colombia.  

Su zona de amortiguamiento es principalmente la municipalidad de Palermo, donde se encuentra la organización comunal Ecovive Tour, integrada por diez personas, en su mayoría jóvenes hijos de los agricultores que trabajan en el parque.  

Los beneficiarios han recibido apoyo en dos modalidades:

  1. Talleres y capacitación mediante la metodología de gestión sostenible de destinos turísticos, desarrollada por Swisscontact.
  2. Articulación de los actores en la región, a fin de que puedan aunar esfuerzos y crear un producto turístico enfocado en la demanda (de lectores de novelas), al mismo tiempo que esos actores mejoran sus habilidades y capacidades en beneficio del servicio al cliente, y finalmente, para preparar la gestión del destino. 


Gabriel García Márquez comenta en su autobiografía los paisajes de ese parque: 

“La única manera de llegar a Aracataca desde Barranquilla era en una destartalada lancha de motor por un caño excavado a brazo de esclavo durante la Colonia, y luego a través de una vasta ciénaga de aguas turbias y desoladas, hasta la misteriosa población de Ciénaga”.