Dos laboratorios para la evaluación de la seguridad de ingredientes naturales y productos terminados de usos en humanos en Medellín, permitirán evitar métodos y experimentos en animales como ratones, conejos, perros o primates. Los laboratorios cuentan con el respaldo científico de la Universidad CES, dentro del programa Colombia + Competitiva, financiado por la Cooperación Económica y Desarrollo – SECO de la Embajada Suiza en Colombia, facilitado por Swisscontact.
“El apoyo a iniciativas como estas significa ampliar la oferta de servicios de laboratorio al sector cosmético, lo que nos permitirá estar a niveles internacionales y acelerar la competitividad de la industria cosmética colombiana”, explicó Christian Brändli, jefe de Cooperación Económica y Desarrollo (SECO) de la Embajada de Suiza, quien agregó que además incluye una estrategia académica y comercial que permitirá articular los actores de la cadena de valor del sector.
El laboratorio de la UTi permitirá la evaluación de la seguridad de productos cosméticos, aditivos alimentarios, biomateriales, contaminantes ambientales y agroquímicos (como pesticidas). Todo ello con pruebas de citotoxicidad, genotoxicidad, irritación dérmica y ocular, factor de protección solar in vitro, sensibilización dérmica, y mediante métodos alternativos a la experimentación animal.
Por su parte, el laboratorio de Prototipado de cosméticos acompañará a las empresas del sector cosmético de ingredientes naturales en el diseño, formulación y desarrollo de productos cosméticos naturales.
“En este laboratorio se prestarán servicios a diferentes sectores con estándares de calidad BPL-OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico). Además, trabaja con cultivos celulares y el desarrollo de nuevos modelos de experimentación utilizando tecnologías de impresión 3D”, expresó el Dr. Andrés Pareja López, director científico de la UTi.
Los laboratorios cuentan con áreas de cultivo de células animales y humanas, un área para el cultivo de bacterias, equipos para hacer análisis especializados y con impresora 3D de tejidos para el desarrollo de nuevos modelos experimentales. La nueva infraestructura demandó una inversión cercana a los $1.000 millones.